El amor tiene muchos idiomas, pero en mi casa, el de mi mamá siempre fue la comida. No eran solo platillos servidos en la mesa, eran abrazos silenciosos, momentos de unión, y formas de decirnos, sin palabras, que todo estaba bien.
Ahora que ella ya no está en este mundo, su legado sigue vivo en mí. Y aunque su ausencia pesa, también me ha llevado a crear algo que la honra: Ossa & Fromage, una experiencia en Costa Rica, donde la comida, el compartir y la pausa se unen para recordarnos que el tiempo con quienes amamos es el mayor tesoro que tenemos.
La Cocina de Mamá: Un Santuario de Amor
Desde pequeña, la cocina de mami era el lugar donde todo pasaba. Allí nos sentábamos a pelar verduras (para picadillos) mientras hablábamos de la vida, o simplemente la observábamos mientras preparaba algo con esa dedicación que solo las mamás tienen. Cada platillo tenía un significado, una intención, un propósito.
Las recetas no solo eran ingredientes, eran historias. El budín horneado para acompañar una taza de café con una conversación importante. El plato especial que nos preparaba cuando necesitábamos consuelo. La carne con plátano verde que nos reunía a todos en la mesa.
Con los años, entendí que la comida es un vehículo de amor, una forma de detener el tiempo y anclar recuerdos en nuestra alma.
El Duelo y el Encuentro con Ossa & Fromage
Mucho ante que mami partiera, me di cuenta de que el mayor regalo que me había dejado era esa conexión con la comida como un acto de amor. Pero en la velocidad de la vida, en la prisa de lo cotidiano, a veces olvidamos el valor de la pausa, de sentarnos a la mesa sin el teléfono, de mirar a los ojos a quienes amamos y compartir una copa de vino, una tabla de quesos, un momento real.
Así nació Ossa & Fromage.
Una forma de honrar su legado, de llevar su enseñanza al mundo, de recordar que la comida no es solo alimento, sino un puente hacia el corazón de los demás.
Mis talleres de charcutería y quesos no son solo sobre aprender a hacer una tabla bonita. Son sobre presencia, sobre disfrutar el aquí y el ahora, sobre intencionar cada bocado como un acto de amor hacia nosotros mismos y los demás.
Es la misma esencia que siempre ha estado en Ossa Wax: una vela encendida no es solo luz, es un respiro, una invitación a pausar, a reconectar con nuestra alma y con quienes compartimos el camino.
El Cumpleaños de Mamá: Una Celebración de Amor y Unión
El 15 de abril, cuando celebro su cumpleaños sin ella físicamente, elijo hacerlo desde la gratitud. Porque su amor sigue aquí, en cada aroma de una vela, en cada tabla de quesos que preparo, en cada mujer que viene a un taller y descubre que la pausa también puede ser un regalo.
Hoy, Ossa & Fromage es más que un proyecto, es mi forma de recordarle al mundo que los momentos más simples pueden ser los más profundos. Que compartir comida, encender una vela, brindar por la vida, son actos que nos anclan a lo realmente importante.
Así que, si estás leyendo esto, te invito a hacer una pausa. A recordar el lenguaje del amor de quienes ya no están, y a seguir celebrando su legado en cada plato servido, en cada copa alzada, en cada vela encendida.
Porque el amor nunca se apaga. Solo se transforma en nuevos rituales que nos acompañan para siempre.
Si estás en Costa Rica y quieres vivir esta experiencia, únete a Ossa & Fromage y descubre cómo la comida puede ser un acto de amor y conexión.
Un abrazo enorme,
Laura